Las posibilidades y variaciones en los elementos que componen la
carrocería son inmensas, aunque siempre debemos llevarlas a cabo
ciñéndonos a la reglamentación. Las reformas se aplican
fundamentalmente a la sustitución o incorporación de elementos en
el exterior del vehículo como espejos, soporte de rueda de
repuesto, cabrestante, alerones, estribos, peldaños laterales,
taloneras. La ley también contempla la sustitución o modificación de
los parachoques, portaequipajes anclados en lugares distintos a los
previstos por el fabricante, soportes de rótulos o carteles
publicitarios. La normativa tampoco se olvida de las aletas
ensanchadas, las carretillas elevadoras o soportes para la
instalación de sistemas de alumbrado específico. Estaría permitida
también la sustitución de elementos del vehículo original por otros
distintos que cumplan la misma función y que se incorporen en la
carrocería o cabina.
Por otro lado no se considera reforma la instalación de
portaequipajes que utilicen los soportes previstos por el fabricante,
deflectores y parasoles que no superen las dimensiones de
homologación, carenados laterales entre los ejes de tractoras,
embellecedores de carcasa de espejos o de dispositivos de
alumbrado y de escape. Tampoco sería reforma la instalación de
faldillas de rueda en vehículos M1, deflectores de aire en ventanas,
sensores de aparcamiento y retrovisores auxiliares para vehículos
autoescuela.
Tampoco será considerada como reforma para las autocaravanas y
los vehículos vivienda, la instalación de toldos, antenas de radio y
televisión y portabicicletas o portamotos. Siempre, eso sí, que no
afecten a otras funciones del vehículo. En el caso de aire
acondicionado exterior, y siempre que la transformación no afecte a
la estructura, tampoco será necesario legalizar las modificaciones.
Estas consideraciones cambian continuamente con cada revisión de la reglamentación,
por lo que lo más recomendable es consultarlo al plantear la instalación, ya que
lo que hoy puede ser reforma, en la siguiente revisión puede ya no serlo.